'Desde el campamento de verano no nos vemos. Entre ellos han quedado, se han visto en el colegio pero yo a ellos no. ¿Habrán crecido? ¿Me seguirán queriendo?' Eran las dudas que me asaltaban la noche del sábado antes de dormir. Pero el día llegó y con él besos, abrazos, risas y 'presentaciones', entre comillas porque casi todos nos conocemos del campamento y otras excursiones, menos la nueva scouter de tropa (¡Hola Tamara!).
¡Nos vamos rápido al Fúster! Tenemos muchas cosas que hacer y no queremos perder tiempo. Para empezar, un juego que propone Pablo de presentación donde no vale tener vergüenza entre gritos y gestos. Algo tímidos nos vamos soltando para terminar riéndonos y demostrando que nos sabemos todos los nombres en 'el pistolero'. Nos sentamos un poco, de nuevo entre risas, para contar a los 'pies tiernos' (los niños que han pasado de Manada) cómo funciona la tropa, pero no los monitores, ¡eso es muy aburrido! ¡los troperos! ¡Sus compañeros! Después, unas normas, la más importante: ¡pasárselo bien! Seguidas de respetarnos, ayudarnos, ser un grupo y... ¡no tirarse pedos!
Para no hacerlo más aburrido, nos hemos puesto de nuevo a jugar, ¡el tiralíneas! Algunos no estábamos acostumbrados a correr, ¡el verano nos sienta fatal!, y a la segunda carrera sacábamos la lengua y el flato llamaba a la puerta. Pero nada, un paseo a la fuente para refrescarnos y como nuevos. Y rápidamente al Santa Rosa para recordar el campamento con un vídeo que, para el que no lo haya visto aún, no sabe lo que se pierde (Y está mal que lo diga yo).
En definitiva, que lo hemos pasado genial. Que esta ronda promete ser estupenda. Y que... ah, ¿han subido niños 'nuevos'? ¡Ni nos hemos dado cuenta!
¡Hasta el próximo domingo!
Rocío
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