Tropa: ¡Fin de semana en El Escorial!

Necesitábamos desconectar de tanto examen y preparar el campamento de verano así que decidimos que sería buena idea salir un fin de semana.

Al llegar a la estación de ‘El Escorial’ y tras dar una breve introducción de dónde nos encontrábamos empezamos el primer juego: ‘Escorial Express’, ambientado en el mítico concurso de Cuatro, ‘Pekín Express’, donde los troperos tenían que recorrer las calles en busca de monumentos, calles, etc para, una vez llegados al punto de encuentro, superar diferentes pruebas, entre ellas, hacer un vivac (que harán en el campamento de verano).

Estábamos agotados de tanto andar

Después de comer y un merecidísimo tiempo libre, empezamos con un partido de fútbol y baloncesto, donde descubrimos que, además de tener unos excelentes supervivientes, tenemos grandes atletas. Terminamos la tarde con el juego de los ‘torpedos’ (¡gracias Baloo por pasárnoslo!) donde tenían que adivinar acertijos y, dependiendo del orden de llegada, contaban con más o menos puntos para atacar a otras patrullas. 

¿Dónde se metió Ángel G. en esta foto?

Después de cenar y antes de ponernos con el juego nocturno ‘Rommel y Montgomery’, estuvimos bailando en el salón del albergue con un grupo de chavales con discapacidad. Antes de las doce, todo el mundo a la cama. ¡Estaban rendidos! 

Y sí, hubo vela de promesas pero sabéis que no contaremos nada.

Promesa de Sergio

El domingo fue un ‘no parar’. Después de desayunar y ducharnos abandonamos el albergue en busca de la aventura. Andamos hasta llegar a un parque con mesas donde hicimos las promesas (¡Enhorabuena Carlos y Sergio!), comimos y jugamos, jugamos y más jugamos: ‘cruce’, ‘cambio de líneas’, ‘pasar el balón’, ‘guerra scout entre patrullas’... ¡Y también bailamos! Y por supuesto, muy necesario, tuvimos nuestro tiempo libre: taller de relajación y masajes. ¡Qué maravilla!

Promesa de Carlos

A las seis poníamos rumbo a Pinto. Durante el trayecto merendamos y cantamos, ante la mirada de todos los pasajeros que reían y aplaudían. Al llegar, ya sabéis lo que pasó: no nos queríamos ir, así que nos pusimos a bailar. ¡La próxima vez esperamos que papás y mamás participen!

Taller de relajación y masajes

Monasterio de El Escorial

P.D: Echamos de menos a los que no pudisteis venir.


Rocío, Raúl y Pablo.